El Girona visita este jueves al Mirandés (21h.) con el objetivo de conseguir de una vez por todas una victoria que le dé impulso. Los de Míchel Sánchez intentarán trasladar al marcador la mejora de sensaciones sobre el césped del último partido ante un rival que, fiel a la filosofía de los últimos cursos, ha empezado bien y es duodécimo con catorce puntos. Con una plantilla muy joven y un entrenador debutante en la categoría, los de Miranda de Ebro intentan ir creciendo con el paso de las jornadas después de arrancar con fuerza y atascarse en las últimas semanas. Un empate en casa contra el Eibar (3-3) y una victoria el pasado fin de semana ante el Ibiza (0-2) ha permitido recuperar el buen rumbo a un equipo que, eso sí, como local sólo ha sumado un punto de los últimos nueve.
Siguiendo el modelo que les ha consolidado en la élite en esta segunda etapa en el fútbol profesional, tras el adiós de José Alberto optaron por un perfil de entrenador con ambición para intentar sacar el máximo provecho de una de las plantillas más jóvenes de la categoría. El hambre, de hecho, es una de las características de un conjunto que, un año más, es casi nuevo respecto al del curso pasado, pero que ha conseguido volver a ser competitivo a través de la personalidad que le caracteriza. A partir del 4-3-3 y del 4-2-3-1, Escobar ha apostado por un Mirandés que intenta proponer a través del balón con un fútbol alegre. De hecho, se han colocado como los segundos más anotadores sólo por detrás del Almería, si bien hasta el momento no han encontrado el equilibrio entre las dos áreas y también son los quintos más goleados (14). Iñigo Vicente y Simón Moreno, con cuatro goles, lideran la tabla de anotadores seguidos de cerca por Camello, con tres, en una escuadra con muchas alternativas.
Ambos equipos se han enfrentado en catorce ocasiones a lo largo de la historia, con un balance muy favorable a los de Montilivi, que han ganado ocho, por cuatro empates y tan sólo dos derrotas. La última visita a Anduva, el curso pasado, acabó con empate a tres gracias a un doblete de Stuani en el tramo final que permitió dar la vuelta al marcador. En el estadio de los de Miranda de Ebro, de hecho, el Girona sólo ha perdido uno de los siete partidos que ha disputado, en 2015, empatando tres y ganando los tres restantes.