Se acerca la recta final de la temporada y el equipo, un año más, sigue inmerso en la lucha para recuperar la Primera División. Después de un mes de febrero muy exigente, este año el Girona iniciará el mes de marzo recibiendo la visita del Oviedo, uno de los rivales directos en la parte alta de la tabla. Los asturianos son novenos con 41 puntos, dos por debajo de los gerundenses, y pese a perder en la última jornada contra la Real Sociedad B por 0-1, están encadenando un curso con bastante regularidad. A domicilio, eso sí, les está costando mucho sumar, y salvo la victoria ante el Burgos en el último desplazamiento, sólo han ganado otros dos esta temporada y encadenaban siete duelos sin conseguir la victoria.
Al frente del equipo asturiano cumple con su tercera temporada Kuko Ziganda. El preparador vasco, que en su primer año llegó en las últimas jornadas y evitó el descenso a Segunda "B", completó una temporada tranquila el curso pasado y este año ha conseguido devolver la ilusión a los asturianos acercándoles a las posiciones líderes. Bajo su batuta, el Oviedo habitualmente se organiza a partir de un 4-4-2 y se caracteriza por ser un equipo que se siente cómodo con el balón. Asume pocos riesgos en la salida, pero a partir de la combinación y de una circulación rápida en campo contrario llega con peligro al área rival. El desequilibrio por las bandas, con jugadores como Viti, es una de las principales amenazas de un conjunto que por dentro también encuentra a jugadores con mucha calidad y visión de juego como Borja Sánchez. Borja Bastón, con quince dianas, es la clara referencia del equipo por delante en una temporada en la que está recuperando su mejor estado de forma, y Obeng le sigue con cinco.
Girona y Oviedo se han enfrentado en nueve ocasiones desde el regreso de los de Míchel al fútbol profesional en el 2008. Los precedentes son ligeramente favorables a los rojiblancos, con tres victorias y cuatro empates por sólo dos derrotas. Un Girona que, además, en los últimos cuatro duelos contra los de Ziganda ha puntuado siempre y que en Montilivi nunca ha perdido. En la primera vuelta la igualdad en el Carlos Tartiere fue máxima y el partido acabó sin goles.
