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El Girona cae en Montilivi en un partido intenso (0-1)

Los de Machín recuperan su mejor versión pero no pueden superar al Betis en un partido en el que les anularon tres goles

El Girona cayó por 0-1 ante el Real Betis en un partido tenso y vibrante en Montilivi. Los de Machín recuperaron su mejor versión en un duelo que se presentaba trascendental para las plazas de Europa League. Loren marcó el único gol del encuentro en la primera mitad, mientras que el Girona vio cómo le anulaban tres por fuera de juego. Empujados por los más de 11.000 fieles que acompañaron al equipo bajo la persistente lluvia que cayó durante los 90 minutos, el equipo murió de pie ante un Betis que se consolida en la quinta posición.

Machín apostó por el mismo once que perdió en Anoeta, en una clara muestra de confianza del técnico hacia los hombres que han llevado al Girona a luchar por Europa. Portu, pícaro como de costumbre, estuvo a punto de abrir la lata apenas en el minuto 5, al robar un balón dentro del área y encarar al portero Giménez, que atajó su disparo. Granell, en el 12', lo probó con una falta lejana que se dirigía con potencia a la escuadra, pero de nuevo Giménez estuvo providencial.

La respuesta del Betis no se hizo esperar y Ramalho y Bernardo, primero, y Bono después, abortaron in extremis dos ocasiones muy claras de los visitantes. Ambas habían nacido de las pasadas en profundidad de la línea de creación verdiblanca, liderada por Fabián y Joaquín. Justamente el capitán filtró, con mucha clase, un balón para Loren, que resolvió picándola por encima de Bono (0-1, min. 35). Minutos antes, el árbitro había anulado un gol de Juanpe por fuera de juego.

El partido hasta entonces había sido trepidante, con ocasiones en ambos lados, el Betis dominando la posesión y el Girona buscando hacer daño con la velocidad y el juego aéreo. Stuani, antes del descanso, pudo hacer el 1-1 en una doble ocasión fruto de la presión sobre el portero. El uruguayo le robó el balón pero el mismo Giménez, en primera instancia, y entonces Javi García, sobre la misma línea de gol, evitaron marcharse a los vestuarios con el partido empatado.

Machín sacudió al equipo en el descanso con dos cambios (Aday y Lozano por Maffeo y Borja). Ante las dificultades que estaban generando los de Setién, también con tres centrales y dos carrileros, el técnico gerundense modificó el sistema situando cuatro defensores y dos jugadores en punta, ayudados por fuera por Aday y Mojica. El equipo dioi un paso adelante, mostrándose más sólido atrás y aprovechando los espacios para generar peligro.

Stuani vio como le anulaban dos goles en el segundo tiempo, ambos por fuera de juego, y ambos nacidos a balón parado. El uruguayo, que también reclamó un penalti, y Lozano, de cabeza, contaron con las ocasiones más claras de los rojiblancos, que vieron como, a pesar de darlo todo hasta el final, los tres puntos volaban hacia Sevilla. Sin embargo, el equipo plantó cara a un gran rival, recuperando su mejor versión, y convencido de que el sueño europeo sigue vivo.