Final de fiesta en Montilivi
La derrota con el Valencia (0-1) no ensombrece una tarde de lo más emotiva, en la que la afición ovacionó al equipo y se despidió de toda una leyenda como Eloi Amagat
Gran final de fiesta, primero en el estadio y luego en La Copa, para despedir una temporada histórica en Montilivi. La derrota ante el Valencia (0-1) no ensombreció ni un pelo el ambiente de alegría vivido hoy en las gradas. El motivo era simple: celebrar el último encuentro en casa de la mejor campaña de los 87 años del Club. La de la permanencia virtual lograda a 11 jornadas del final, soñando con una Europa League que se acabaría escapando apenas esta semana, pero que permitió mantener la llama encendida entre una afición vibrante, orgullosa y entusiasmada, que sigue creciendo a pasos agigantados.
Última cita en casa de la temporada del debut soñado contra el Atlético. La de la primera victoria, en una calurosa noche de agosto, ante el Málaga. La de la espectacular remontada ante el Real Madrid, vigente campeón de Europa y candidato a revalidar el título. La del nuevo derbi catalán con el Barça, bicampeón de Copa y Liga, y la del derbi de Sant Jordi contra el Espanyol. La del récord goleador de Stuani, la de la explosión de Portu, y la de la consolidación de la columna vertebral de los últimos años, con hombres como Granell, Pere Pons, Aday, Borja, Maffeo, Juanpe o Ramalho, que han rendido a un gran nivel, superando todas las expectativas.
Y, como no, la última campaña del gran capitán Eloi Amagat, emblema del Club y uno de los héroes del ascenso. Él, gironista de corazón, que ha representado como nadie el 'orgull gironí' por los campos de Tercera, Segunda B, Segunda A y Primera, se vistió por última vez de corto ante su afición. Lo hizo sustituyendo a Borja (min. 80), después de infiltrarse porque la lesión que arrastra no le impidiera disfrutar de sus últimos momentos de rojiblanco. Nueve temporadas después, Eloi deja el Girona. Y Montilivi la ha despedido como lo que es: una auténtica leyenda del Club.
La mejor afición de Primera División
Instantes antes del pitido inicial, la afición del Girona recibió el premio "Jugador número 12" por parte de la Liga y Aficiones Unidas, que la reconoce como la mejor de la categoría. El presidente del Club, Delfí Geli, y el presidente de la Federación de Peñas del Girona FC, Pepe Sierra, recogieron el galardón sobre el mismo césped de Montilivi, acompañados por los máximos representantes de las 17 peñas rojiblancas.
Con cuatro novedades en el once (Ramalho, Bernardo, Maffeo y Lozano), la primera mitad estuvo muy igualada y con prácticamente ninguna ocasión de gol. De hecho, el primer disparo entre palos no llegó hasta superada la media hora de juego, obra de Carlos Soler desde la frontal. La réplica, una volea de Borja dentro del área que Domènech consiguió rechazar a córner. Granell también lo intentó desde la frontal, pero el balón se marchó cerca del palo. El único gol del partido, obra de Vietto, fue en el 61': contragolpe conducido por el argentino, que finalizaría con un disparo seco desde la frontal.
El Girona buscó la igualada hasta el final, con ocasiones claras de Juanpe, Olunga (al palo), Timor y Aday. Pablo Machín dio entrada a Eloi Amagat para que disputara su último cuarto de hora de rojiblanco. Montilivi le recibió en pie, con una ovación como pocas veces se han vivido en el estadio, para despedir al gran capitán que, nada más entrar, podría haber empatado el partido con un cabezazo a la salida de un córner.
El gol no llegó pero, con la permanencia asegurada desde hace jornadas, era lo de menos. Hoy, más que un partido, era una fiesta. La de la permanencia, la del mejor año de la historia, la del equipo revelación. La del 'orgull gironí' que el equipo seguirá representando, al menos una temporada más, por los grandes estadios de la mejor Liga del mundo.
