Después de conseguir la primera victoria del curso en Butarque, el Girona buscará hoy domingo (20:30h.) mantener las buenas sensaciones para estrenar el casillero de puntos en Montilivi. Los de Francisco se encontrarán a un Oviedo que jugadas cinco jornadas es decimocuarto en la clasificación con seis puntos y junto con Las Palmas se ha convertido en el equipo que más empata (3). Los azules sólo han perdido un partido, contra el Espanyol, y el pasado fin de semana lograron el primer triunfo imponiéndose por la mínima en el derbi asturiano a un Sporting de Gijón que lo había ganado todo. Después de una temporada marcada por el sufrimiento donde llegaron a pasar tres entrenadores por el banquillo y en la que flirtearon durante muchas jornadas con el descenso, los de Ziganda se han propuesto tener una temporada más tranquila con la vista puesta en conseguir lo antes posible los aproximadamente cincuenta puntos que garantizan la permanencia.
Kuko Ziganda aterrizó en el banquillo del Carlos Tartiere el último curso faltando catorce jornadas y con el equipo a cinco puntos de la salvación. Con siete victorias y tres empates, el ex técnico de Osasuna, Xerez y Athletic acabó consiguiendo certificar la permanencia en la penúltima jornada y este año comienza su primera temporada completa. Bajo su batuta el Oviedo habitualmente se organiza a partir de un 4-4-2 y se caracteriza por ser un equipo que está cómodo con el balón. Asume pocos riesgos en la salida pero a partir de la combinación y de una circulación rápida en campo contrario llega con peligro al área rival. El desequilibrio por las bandas, sobre todo por la derecha, con jugadores como Viti o Nieto que superan líneas con las conducciones, es una de las principales amenazas de un conjunto que por dentro también encuentra jugadores con mucha calidad y visión de juego como Borja Sánchez o Tejera, especialista a balón parado. Blanco Leschuk, autor de nueve dianas hace dos temporadas con el Málaga, aterrizó en las últimas horas de mercado para convertirse en la referencia ofensiva de un equipo que es sólido defensivamente pero que le cuesta anotar goles.
Desde la llegada de Ziganda, el Oviedo ha dejado su portería a cero en la mitad de los partidos que ha disputado (8), pero en cambio se ha quedado en hasta siete sin marcar, y hasta el momento este curso acumula sólo tres goles, obra de Tejera, Sangalli y Arribas. Este verano, además, ha perdido a sus dos máximos artilleros, Alfredo Ortuño y el ahora gerundense Yoel Bárcenas, autores del 45% de los goles del último curso. Ambos jugadores marcaron en la derrota del Girona la temporada pasada por 4-2 en el Tartiere, donde los gerundenses han perdido dos partidos y han ganado uno. Totalmente a la inversa de lo que ocurre Montilivi, donde nunca se ha impuesto ninguno de los dos conjuntos. Los tres precedentes que constan entre Girona y Oviedo han acabado en tablas en el marcador y la última vez que los de Ziganda visitaron el estadio dos goles de Stuani y Tejera acabaron estableciendo el definitivo 1-1.
