Visita al campo del Athletic Club para tratar de poner a prueba el buen momento del equipo en un estadio siempre complicado y frente a un rival que este curso está haciendo las cosas muy bien. Séptimos en la clasificación con 32 puntos, los vascos están inmersos en la lucha por las competiciones europeas. Dos tercios de los puntos que acumulan los han conseguido como locales y son los cuartos mejores sólo por detrás de Barça, Madrid y el propio Girona. Eso sí, llegarán a la cita después de haber perdido por la mínima en el campo del Atlético de Madrid y con la necesidad de reponerse en un inicio de año en el que han tropezado más de la cuenta.
Con Valverde, el Athletic es fiel a un fútbol vertical y práctico, pero a su vez tiene una propuesta ofensiva y sabe leer muy bien lo que toca hacer en cada fase del partido. A través de la solidez defensiva han dejado su portería a cero en muchos partidos, a la vez que también se han convertido en un conjunto goleador. Un ataque voraz, con jugadores de talento para asociarse y también rápidos para dañar el espacio, al tiempo que otros dominan a la perfección el área. Iñaki Williams acumula cinco dianas, pese a atravesar una sequía de gol, y junto a su hermano Nico, que lleva cuatro, hacen una pareja letal. Sancet lidera la tabla de goleadores con ocho, siendo un peligro desde segunda línea, y Guruzeta con otros cinco goles completa una delantera con recursos y perfiles diferentes. Un equipo que también cuenta como nombres emblemáticos como los de Muniain o el retornado Ander Herrera, además de futbolistas duros detrás como la dupla formada por Iñigo Martínez y Yeray en el eje, protegidos por un Unai Simón, internacional por España bajo palos .
El Girona tendrá que romper con precedentes poco favorables. Catalanes y vascos se han enfrentado en hasta cinco ocasiones, con dos victorias para los de Míchel y tres para los de Valverde. Ambas en Montilivi, la última en la primera vuelta por 2 a 1, pero ninguna a domicilio. Hoy, los gerundenses tendrán una nueva oportunidad para asaltar San Mamés