El Girona afronta este domingo la duodécima jornada de Liga con la visita al estadio de uno de los históricos del fútbol estatal, el Real Oviedo. Transcurrido casi un tercio de la competición, los de Unzué buscarán en el Carlos Tartiere tres puntos que les permitan, tras la derrota contra el Elche, recuperar la línea ascendente para seguir dando pasos hacia el objetivo. Los asturianos, en cambio, a pesar de la mejora de las últimas semanas, están en una situación totalmente adversa. Sin quedarse a sólo cinco puntos de poder disputar el play-off de ascenso la temporada pasada, este año transitan por la zona baja y son decimoctavos en la clasificación con diez puntos. De hecho, se han pasado buena parte del inicio del curso en descenso y hasta la novena jornada no lograron la primera victoria. Una vez disputados los ocho primeros partidos sólo habían sumado dos puntos, pero una racha de ocho de los últimos doce les ha permitido tomar aire. La última victoria precisamente fue el pasado fin de semana, por 1-2 en el estadio del Albacete, y con un gol de Borja Sánchez en el último minuto.
El banquillo del Oviedo ha sido esta temporada el primero en sufrir un relevo. Sergio Egea, el entrenador con quien los asturianos habían vuelto a Segunda, fue destituido el pasado mes de septiembre sólo seis meses después de iniciar su segunda etapa en la entidad, y su lugar lo ocupó Javi Rozada. El técnico asturiano, con un exitoso paso por el filial como aval, debutó con empate contra el Extremadura en la sexta jornada del campeonato y desde entonces ha dirigido seis partidos y sólo ha perdido uno, sumando dos victorias y tres empates. Rozada ha cambiado la situación de un equipo que cogió colista con un único punto de los primeros quince, y lo ha hecho transmitiendo una idea de juego clara que se basa en ser intensos y atrevidos, presionar, ser ofensivos y buscar someter al rival a partir de generar muchas ocasiones. Para aprovecharlas tienen mucha pólvora delante, y la referencia se llama Alfredo Ortuño. Recordado en Montilivi por sus goles en la temporada de la salvación contra el Dépor, el ariete murciano se ha convertido en la principal amenaza del Oviedo con siete goles en diez partidos. Le sigue Bárcenas, con dos, y en la plantilla también hay jugadores del nivel de Saúl Berjón, Tejera o Joselu Moreno.
La última vez que Girona y Oviedo se enfrentaron fue en Segunda el año del ascenso, y los rojiblancos cayeron por 2-0 en el Tartiere. Aquel partido, de hecho, fue el primero de la historia en el que los asturianos lograban imponerse a los gerundenses. Un año antes, el Girona había abierto la lata en el Tartiere, donde sólo ha ganado una vez. Los de Unzué, pero, ya demostraron que son capaces de competir igual de bien a domicilio y buscarán seguir en la línea de la primera victoria lejos de casa hace quince días, en El Sardinero
