
Un Sant Narcís inolvidable
El Girona hace historia en Montilivi al superar al Real Madrid por 2-1 gracias a los goles de Stuani y Portu
Diada de Sant Narcís histórica en Montilivi, donde el Girona superó al Real Madrid por 2-1 gracias a los goles de Stuani y Portu. Los de Machín brillaron sobre el césped para dar la vuelta al tanto inicial de Isco y acabar quedándose con los tres puntos ante el vigente campeón de Europa y de Liga. La euforia desatada con el pitido final fue el colofón de un partido con un ambiente espectacular, y de unas Ferias patronales que quedarán en el recuerdo de todos los aficionados rojiblancos.
El Girona salió con su once más habitual ante el Madrid, que alineó a todas sus estrellas para intentar sacar los tres puntos de Montilivi. En el minuto 11 los gerundenses tuvieron la primera ocasión clara tras un remate de Maffeo, que se topó con el poste. Acto seguido, los blancos lanzaron una contra rapidísima que Isco culminó marcando el 0-1.
El Madrid hacía gala de una de sus grandes virtudes como es la velocidad al espacio para avanzarse en la primera ocasión de peligro que tuvo, mientras el Girona seguía con el gafe de los palos. Y más aún cuando, en el 34’, un cabezazo de Portu también se fue a la madera. Tras el impacto, el balón se paseó por la línea de gol pero no quiso entrar. La mala fortuna volvía a sobrevalorar a un equipo que cuajó un primer tiempo de altísimo nivel.
Tras el descanso la situación dio un vuelco por completo. Empujados por el Montilivi de las grandes ocasiones, Stuani empató en el 52’, aprovechando una gran jugada individual de Pere Pons. Euforia en el césped y en la grada, que llegó al éxtasi cuando Portu conseguía el 2-1 seis minutos más tarde (58’), superando con un taconazo a Kiko Casilla. Minutos de magia y pegada para los rojiblancos, que podrían haber ampliado distancias si una vaselina de Stuani no se hubiera ido fuera por los pelos.
A falta de 20 minutos para el final, el Madrid se lanzó para arriba en busca del gol, pero se topó con un Girona muy seguro y bien colocado, con Bono abortando las acciones de peligro, y con el equipo desplegándose rápidamente a la contra. Los locales, lejos de amedrentarse, supieron jugar los últimos minutos como lo hacen los equipos grandes y los tres puntos se quedaron en casa. Fiesta completa por Sant Narcís tras una victoria histórica que aleja al Girona, un poco más, de las plazas de descenso.