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Una derrota muy digna (0-2)

El Girona, con un hombre menos desde el minuto 52, planta cara al todopoderoso Barça con un partido valiente y muy completo

El Girona ha caído con mucha dignidad ante el Barça en Montilivi, en la segunda edición del derbi catalán en Primera División. Lleno absoluto en las gradas y los más habituales en el césped, con la excepción del lesionado Borja García, para enfrentarse al todopoderoso Barça, también con todas sus estrellas. Valverde era consciente de que el partido no sería nada fácil y estaba en lo cierto.

Y es que, a pesar del gol tempranero de Semedo (0-1, min. 9), los gerundenses han realizado un partido muy completo. Con intensidad y un gran trabajo presionando la salida de balón del Barça, los de Eusebio han disfrutado de numerosas llegadas al área y varias ocasiones claras que podrían haber cambiado el signo del partido. Alcalá ha tenido el empate de cabeza al cuarto de hora, pero el balón salió por encima del travesaño. Ter Stegen, en el 30', ha estado providencial evitando que un remate de Bernardo entrara. Pero, sin duda, las dos ocasiones más claras han llegado de forma conscutiva y justo antes del descanso: disparo de Stuani que Ter Stegen detiene con el pie y Pere Pons, que recoge el rechace, no consigue marcar porque aparece Piqué y la despeja desde de la misma línea de gol. El vigente y actual campeón de Liga sufría ante un Girona muy valiente. 

Pero a pocos minutos de la reanudación una decisión muy rigurosa del árbitro ha cambiado el signo del partido: Bernardo ha sido expulsado por doble tarjeta amarilla en el minuto 52, dejando a los de Eusebio con uno menos con toda la segunda parte por delante. La expulsión ha espoleado a los rojiblancos, que han sacado todo su espíritu competitivo y a punto estuvieron de hacer el 1-1, pero Ter Stegen y Busquets han vuelto a ser providenciales. Con el paso de los minutos, la inferioridad numérica pesaba como una losa y Messi, en un contragolpe, sentenció el partido con el 0-2. De hecho, la diferencia podría haber sido mayor si no hubiera sido por Bono, que ha evitado el 0-3 en varios remates.

El equipo ha realizado un esfuerzo titánico que, a nivel de marcador, no ha tenido ningún beneficio. Pero las grandes sensaciones mostradas deben servir de motivación para levantarse anímicamente y romper, de una vez por todas, la racha negativa en la Liga. Tocará hacerlo la próxima semana en Eibar, en el siempre difícil estadio de Ipurúa. Antes, sin embargo, se intentará una hazaña histórica ante el Madrid en la Copa. La posible remontada, este mismo jueves y en Montilivi.