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Victoria de carácter y orgullo (1-0)

El Girona tumba al Sevilla a base de intensidad y un gran despliegue físico y vuelve a salir del descenso

El Girona ha vuelto a ganar en Montilivi seis meses después de la última vez. Y lo ha hecho cuando más lo necesitaba, superando a todo un Sevilla a base de intensidad, esfuerzo y sacrificio y aprovechar así las derrotas de los rivales directos y salir del descenso. Los rojiblancos se han reencontrado con su esencia, han neutralizado los puntos fuertes de los visitantes y se han dejado la piel para conseguir un triunfo que hacía seis jornadas que se resistía y que ha llegado gracias a un buen contragolpe colectivo culminado por Portu en el minuto 62.

Y es que ganar hoy era trascendental para el futuro del Girona en Primera División. De ello era consciente la afición, que ha estado espectacular, y eran conscientes los jugadores. Con el regreso al 4-1-4-1 y las novedades de Valery y Douglas Luiz, la actitud ha sido la adecuada desde el comienzo, evitando que el Sevilla estuviera cómodo a base de una gran presión colectiva. El equipo ha ido a por todas y nada más comenzar Stuani ha tenido la primera ocasión tras una gran conducción de Pere Pons. También ha tenido dos Bernardo con la cabeza, ambas en faltas servidas por Granell, y sólo el portero Vaclik ha evitado que los gerundenses se fueran al descanso con ventaja tras un gran primer tiempo.

La salida de los vestuarios de los de Eusebio ha sido en tromba y primero Muniesa, con la derecha, y luego Pere Pons, con la cabeza, podrían haber adelantado a los locales. El partido se jugaba en campo sevillista y la insistencia ha tenido premio en el 62', cuando Portu ha culminado un contragolpe de libro iniciado por él mismo y en el que han intervenido Stuani y, sobre todo, Pere Pons, que ha tenido mucha sangre fría para hacer la asistencia del 1-0. Estallaban los jugadores sobre el césped y estallaba el público en las gradas, conscientes de que ya se había hecho lo más difícil y que ahora tocaba defender el resultado con uñas y dientes. A pesar del desgaste físico, el equipo ha hecho gala de un gran oficio y ha sacado todo el orgullo para demostrar que el Girona es y quiere seguir siendo de Primera División.