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PREVIA | CD Tenerife vs. Girona FC

Todo a una carta. Som-hi Girona!!

Llega la hora de la verdad. Noventa minutos, o ciento veinte, que decidirán cuál es el último equipo que cierra la Primera División del próximo año. Girona y Tenerife se lo juegan todo a una carta este domingo en el Heliodoro Rodríguez López (21h.) en un partido en el que los de Míchel intentarán hacer valer el refrán de a la tercera va la vencida después de haberse quedado los dos últimos cursos a las puertas de volver al máximo nivel ante el Elche y el Rayo. Para ello, y tras el 0-0 de la ida en Montilivi, hará falta al menos obtener una ventaja de un gol porque el empate, tras la prórroga, clasificaría a los locales por haber quedado mejor clasificados.

Con Luis Miguel Ramis a la cabeza, el gran artífice del resurgir de un Tenerife histórico poco acostumbrado a jugar partidos de esa trascendencia en la última década y que incluso llegó a caer a Segunda División "B", el equipo ha sido el mejor visitante de la categoría, pero, en cambio, se ha mostrado más débil en su estadio, con once equipos con mejores puntuaciones por delante. De hecho, un tercio de los resultados obtenidos este año como local clasificarían al Girona, mientras que más de la mitad enviarían la final al tiempo extra. Unos números exactamente idénticos a los que presentan los gerundenses a domicilio, que con los resultados conseguidos este año también se clasificarían en un tercio de ellos, mientras forzarían la prórroga en más de la mitad.

Un Tenerife, eso sí, que suele ceder la iniciativa, es dominador de las áreas, sobre todo en el aspecto defensivo, y al mismo tiempo muy efectivo por delante cuando logra llegar. Los blanquiazules lograron derrotar al Las Palmas en las semifinales en los dos partidos (1-0 y 1-2) y también se habían impuesto al Girona durante la liga regular (2-1 y 0-1). La igualdad de resultados entre los dos conjuntos a nivel histórico es total, si bien en el Heliodoro concretamente los de Ramis se han erigido en dominadores. Dos victorias y tres empates por cuatro derrotas de un Girona que, eso sí, ha perdido los tres últimos de forma consecutiva y no gana desde el 2015. Los de Míchel, pues, tendrán que volver a hacer frente a las estadísticas igual que ya consiguieron en Eibar si el lunes quieren levantarse siendo equipo de Primera División.