El Girona vuelve a tierras vascas sólo una semana después de imponerse al Reale Arena con la intención de seguir alargando la buena dinámica. Los de Míchel, que ya están solo a tres puntos del play-off, se enfrentarán hoy a las 21h. a un Eibar que ha superado el mal inicio de temporada y se ha establecido en las posiciones de cabeza de la clasificación. Con 32 puntos, ocupan la cuarta posición. De hecho, perdieron los dos primeros partidos y desde entonces, han puntuado en catorce de los quince siguientes. Los azulgranas, además, han convertido a Ipurúa en un fortín del que este curso sólo se han escapado cuatro puntos, y actualmente ya encadenan seis victorias consecutivas.
Después de una larga etapa de seis años con Mendilibar a la cabeza, el conjunto vasco tuvo que buscarle un repuesto en verano una vez consumado el descenso y se decantaron por un viejo conocido. El escogido fue Gaizka Garitano, precisamente a quien Mendilibar relevó en su momento y artífice de la mejor época de los azulgranas. Bajo su batuta consiguieron dos ascensos consecutivos, de Segunda "B" a Segunda y de Segunda a Primera por primera vez en su historia. Así pues, el preparador de Bizkaia vuelve a Ipurúa después de una larga etapa en el Athletic Club para intentar volver a llevar al equipo al máximo nivel por segunda vez. La referencia ofensiva de su proyecto es hasta ahora Stoichkov, que pese a partir de segunda línea ya ha marcado ocho goles en dieciséis partidos. En un equipo lleno de nombres destacados, le siguen Edu Expósito, con cinco, y Corpas, con cuatro, si bien la aportación de los delanteros ha sido mucho menor. Blanco Leschuk ha hecho dos, Fran Sol uno, y Quique y el recién fichado Fernando Llorente aún no se han estrenado.
Ambos equipos se han enfrentado en un total de ocho ocasiones desde que en 2008 se encontraron por primera vez en la etapa moderna. El Girona, que había ganado tres y empatado uno en los cuatro que se habían disputado en la época de los años cincuenta, nunca ha perdido contra los vascos en Segunda División, con dos victorias y otros dos empates. Pero los de Míchel tendrán que enderezar unos últimos precedentes mucho menos positivos de la etapa en Primera, donde el equipo cayó goleado en los cuatro partidos que disputó contra ellos, si quiere llevarse algo positivo del País Vasco. El último partido, en su estadio, acabó 3-0, mientras en el último en Montilivi tres goles de Charles, Arbilla y Enrich evitaron que el doblete de Stuani sirviera para puntuar.
