El Girona cierra hoy un mes de febrero muy exigente con la visita a Butarque (18:15 h). Los de Míchel intentarán volver al camino de la victoria ante un Leganés que es decimocuarto en la clasificación con 36 puntos, y que después de un mal inicio de temporada que remontaron con la llegada de Nafti, y una vez superada también una pequeña mala racha de resultados reciente, este año vuelven a encadenar una buena dinámica con tres victorias y un empate en los últimos cuatro encuentros. De hecho, la semana pasada se impuso al Amorebieta (1-3) y hace quince días al Zaragoza en casa (2-1).
Nafti ha cambiado el rostro del Leganés, que hasta su llegada a la jornada trece sólo había ganado dos partidos y ocupaba plazas de descenso. Ahora, en cambio, ya están diez puntos por encima de las posiciones rojas y sólo se han quedado tres veces más sin puntuar en quince partidos. Bajo su batuta, el Leganés se ha convertido en un equipo competitivo, intenso e incómodo, que sabe interpretar sus necesidades en función del momento del partido. Además, mejoró considerablemente los registros defensivos y en ataque el gol está muy repartido. El delantero serbio Randjelović lidera la tabla de anotadores con cinco dianas, y le sigue Arnáiz con cuatro. En un equipo lleno de nombres destacados en la categoría, también han visto portería este año Gaku, Sabin Merino, Fede Vico o Borja Garcés, entre otros.
Históricamente, los registros son muy favorables para los catalanes, que sólo han perdido uno de los once enfrentamientos con los de Butarque, por seis victorias y cuatro empates. En el estadio de los madrileños el Girona nunca ha perdido. En la última visita, la pasada temporada, fue suficiente un gol de Mamadou Sylla para llevarse los tres puntos, y en el enfrentamiento de esta temporada los rojiblancos también consiguieron imponerse con solvencia a Montilivi (3-0).
